29 de octubre de 2012

De como hipotecar tu vida por unos ojos bonitos (parte II)

Veamos: había dejado esta historia a la mitad, muy muy a la mitad; es más, no la había ni empezado. Y también os he tenido abandonaditis todo el fin de semana pero, ¿qué queréis? Es lo que tiene 2º de Bachiller...
Pero bueno, al lío.
Me quedaba hablar de el Hada de Hielo, si no recuerdo mal... Bien, ella era todo aquello que sueñas sin haberlo soñado antes. Era esa persona que siempre te ha hecho falta aunque no supieses que te faltaba algo. Era ese tipo de gente que sabes que existe pero nunca has visto a nadie así y, mucho menos, conocido. Era, en una palabra, perfecta. O eso me creía yo.  Y me lo creí (o quise creer) hasta Diciembre de 2009. Pero, para esas navidades, quedaban dos meses aún.
Si tuviese que describirla físicamente en una sola palabra, la más adecuada sería "muñequita". Era igual que la última matrioska, la más chiquitita, de una muñeca rusa de las de pasarela, no las de mantón por los hombros y culo desproporcionado que suelen utilizarse para hacer estas figuritas. Cuando no se empeñaba en que su largo y liso pelo moreno le cayese por las mejillas, dejaba al descubierto unos ojos de un verde frío, tan frío que conseguía metértelo en los huesos. Era increíble lo que podía producir en ti apenas metro y medio de persona. Pero, a fin de cuentas, era posible.
Los días pasaron, y cada vez tenía mejor relación con las 4 ( Happyphant, el Hada de Hielo, Doña Posturera y la Ametralladora ). Prácticamente, era obvio que en ese grupo iba a pasar algo a nivel emocional y, en vista de que yo era el único componente masculino, tenía claro cuál era mi apuesta. Aunque, como dice Melendi en "Barbie de extrarradio": "Normalmente, pierde el que quiere más; al igual que en una mesa de blackjack." Y, como de apuestas iba la cosa, yo no me quedé atrás. Pero, por el momento, habéis de quedaros con que la relación entre el Hada de Hielo progresaba adecuadamente, tan adecuadamente que era prácticamente un hecho entre las otras 3.
Así nos pasamos el primer trimestre de ese curso, tonteando como dos niñatos (que era lo que éramos).
Quisiera introducir aquí un pequeño paréntesis para hablaros de Margaret Thatcher en relación con el Hada de Hielo. Se conocieron un buen día, no me acuerdo ya ni de cómo ni de por qué. Presupongo que sería a la salida del cine, que me fuesen a buscar y me viesen hablar con ella y mi madre, como es inevitable en ella (ya os iré contando más de ella en futuras entradas) metería baza. No sé, no me acuerdo realmente de cómo pasó. Pero, pasó. Y, extrañamente, pasó para bien. Digo esto porque, desde ese día, Margaret Thatcher se desharía en constantes halagos a la que ella ya consideraba su futura nuera. Y esto, realmente, es raro, porque siempre se había mostrado como alguien excesivamente protectora en lo que a su hijo se refería y que, de repente, permitiese la idea de que yo pudiese ser compartido con otra persona pues...suponía un rayito de esperanza en lo que a libertad se refería. Bueno, ya explicaré esto más detenidamente en futuras entradas, pero necesitabais saber esto.
Pues eso, que nos pasamos el primer trimestre del curso como si no hubiese otra cosa. 
Pero, veréis, en mi instituto organizaban ese año y para alumnos de 3º y 4º una excursión de una semana a Andorra para aprender a esquiar. Y, claro, más gorda no la pude ver. Yo, que ya me imaginaba toda la semana con ella, juntos, súperlovers, incluso durmiendo juntos si convencíamos a los compañeros de habitación de alguno para que se fuesen a la otra habitación, me estampé contra una realidad que no había contemplado si quiera: ¿y si yo no le gustaba? ¿Y si sólo jugaba conmigo? Claro, estas dudas se te plantean el día antes y no tienes tiempo de emparanoiarte pero...si te pasa con un mes vista...tienes tiempo hasta de crear una religión nueva basada en un oso de gominola al que adorar para conseguir su beneplácito. Y en esas me vi.
Pues bien, veréis: lo que pintaba como algo súper bonito, romántico incluso, se convirtió en una tortura ante el posible rechazo. Ese mes fue de los más duros de mi vida, y eso fue en parte gracias a nuestras 3 amigas. En esos escasos 40 días que restaban desde el inicio de Noviembre hasta el día de irnos a Andorra, Happyphant, Doña Posturera y la Ametralladora se los pasaron, cada una, dándome consejos distintos. Sigo sin saber por qué escuché a ninguna en vez de haber ido directamente a hablar con el Hada de Hielo. 
Acabé con la cabeza suficientemente taladrada como para ver a través de ella. Y, todo eso, ¿para qué? ¿Para conseguir estar con la chica de la cual estaba locamente enamorado? Parecía un precio razonablemente asequible para el premio final. Sin embargo, las cosas no suceden como se piensan o plantean.
Pero, ya hemos llegado a mediados de Diciembre y es hora de dejarlo aquí hasta la siguiente entrada, ya que si empiezo a contar lo que pasó en Andorra, tendría que terminarlo y quedaría una entrada demasiado larga. Habéis de quedaros con que, hasta ahora, yo estaba perdidamente enamorado de el Hada de Hielo, y que HappyphantDoña Posturera y la Ametralladora se habían dedicado a intentar aconsejarme y que, las pobres, no habían hecho más que aturdirme, pues cada una me decía una cosa diferente. Yo me disponía a aprovechar ese viaje para decirle en palabras suficientemente explícitas, sin rodeos absurdos, que la quería, que necesitaba estar con ella, aunque fuese más que evidente. Es más, ahora haciendo memoria, creo recordar que tuvimos una conversación a principios de Diciembre (por Messenger pero shhh, que todos tuvimos esa época) ella y yo en la que me decía que quizás, podía ser que igual yo le gustase...algo. Vamos, que si pero no te lo digo por...por no decírtelo.
Pero bueno gentecilla, que me despido por hoy. Perdonadme los dos días de sequía pero....2ºBachiller, ya sabéis. Me despido por hoy y, posiblemente, hasta el miércoles. Mientras tanto, como siempre os digo, mantened la cabeza alta, que es lo que les jode.
P.D.: ¡Gracias a todos los que comentáis o me mencionas vía twitter! Me dais la sensación de que, realmente, hay alguien ahí detrás de las pantallas leyendo todo lo que mi mente escupe. ¡Buenas noches a todos!

2 comentarios:

  1. Estaba ansiosa por leer tu aportación. Me encanta y no veas cómo te entiendo. No veo lo de tu "rabia" hacia la figura de tu madre pero supongo que eso lo da la edad. Con el tiempo (si lo tienes, no como yo) te darás cuenta de que es lo mejor que hay en tu vida. Ya te contaré si esto sigue a delante. ¡¡ÁNIMO!!

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    1. No es rabia, ya lo entenderéis cuando suba una entrada hablando de sus múltiples actuaciones. ¡Claro que esto seguirá adelante! Este blog será una constante en Internet, aunque no sea muy leído: no busco tanto la popularidad como tener un sitio en el que desahogarme y, si a la gente le gusta o quiere decirme algo, un blog es lo mejor.
      Por cierto Encantada, me intriga que no me hayas respondido en la otra entrada... ¡a ver si estamos más atentos a los replys!

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