20 de octubre de 2012

Yo, el Adolescente Enamorado

Empezaré esto diciéndoos que gran parte de mi vida amorosa se resume en la siguiente frase: me quiero creer un Barney Stinson, pero el Ted Mosby que llevo dentro sale siempre a flote cuando menos se le necesita. Soy un auténtico pifias, un inseguro de mucho cuidado que puede hacer que dudes de que tú mismo quieras ser como eres. Pero bueno, empecemos por le principio...
Digamos que mi nombre es Simon Baker (obviamente no, Simon Baker es el hombre que da vida a Patrick Jane en la serie El Mentalista, y mucha gente dice que me parezco bastante a él, cosa que me alaga enormemente por otra parte, ya que lo considero un tío súper estiloso y muy, muy atractivo; no sé dónde me habrán visto el parecido con él, la verdad...), que vivo en el norte de España y que tengo 17 años, haré 18 en Marzo. Esto me sitúa a escasos meses de tener que enfrentarme a la prueba educacional de fuego en la adolescencia: la PAU. Pero no voy a hablar (mucho) sobre Educación, que bastante quemado estoy yo ya... Sólo lo menciono para que seáis condescendientes si no actualizo este blog de forma periódica, ya que los estudios me colapsarán. Los que la tenéis este año o los que ya la pasasteis, me entendéis perfectamente; y, a los que os toque en años venideros, me entenderéis. Si ahora añadimos que mi prioridad a la hora de escoger carrera sería Medicina, creo que ya os descojonais de mi... Otro elemento que puede interferir en mis publicaciones podrían ser mis padres (Don Benito y Margaret Thatcher), que ya os hablaré de ellos... Pero bueno, intentaré publicar todo lo asiduamente que pueda.
Bueno, me voy a meter en faena. Cuando era pequeño (etapa de Primaria) no era muy popular, por no decir que era el niño al que nadie quería invitar a su cumpleaños. Esto creo que ha podido generar una gran falta de seguridad en mi personalidad, que puede haber contribuido en mis actuaciones en la adolescencia, pero de eso ya debatiremos más adelante. Habéis de añadirle a mi asocialidad que no era un niño muy guapo (tenía la cara llena de granos), estaba más bien regordete y  era un sabiondo de los de agárrate y no te menees, ya que creía que al ser tan inteligente me querrían más vete-tu-a-saber-por-qué (pobre de mí, así sólo conseguiría dejarles mal al destacar sus errores y que me odiasen más todavía). Así llegue a los 12 años, prácticamente solateras y sin visos de ir a mejorar.
¡Pero quién me iba a decir a mí que el Verano era mágico! Sigo sin saber qué pasó exactamente, pero crecí unos 15 cm, lo que me hizo adelgazar bastante; me desapareció la mayoría de los granos, hasta dejarlo en algo esporádico típico de la adolescencia; y mi inteligencia me sirvió para tener una media de 10 en 1º y 2º de la ESO. A todos estos cambios físicos, añadidle que había empezado a hacer surf empujado por un amigo, y que cumplía los requisitos del estereotipo surfero californiano independiente: pelo largo, rubio a poder ser, con ojos claros, tirando a guaperas y con un rollo a la hora de vestir totalmente desenfadado, con los típicos collares de dientes de "tiburón" (¡A saber qué nos colaban como dientes de tiburón! Si es que somos unos crédulos...). Y, si encima, le sumamos que iba al instituto más grande de mi ciudad, con más de 1.000 alumnos, había un montón de gente que no me conocía, ni yo a ellos. Si, tenía frente a mi la oportunidad de cambiar. De ser quien quisiese. Y no la deje pasar. No podía dejarla pasar.
En resumidas cuentas, llevo unos 5 años siendo mitad de aquel niño miedoso y asocial y mitad de ese adolescente surfero molón que se cree el rey del patio. Es bastante caótico compaginar ambas personalidades y, a veces, no soy capaz de controlarlo. Digamos que a este Clark Kent hay veces que su Superman le puede y le domina.
Tampoco quiero decir que sea un trastornado con síndrome bipolar, simplemente hay veces que me creo que soy diferente, que soy todo lo que me gustaría ser. Vamos, como ya dije al principio, soy totalmente un Barney Stinson. y, desgraciadamente, en todos los sentidos (los seguidores de Cómo Conocí A Vuestra Madre vais a encontrar un montón de referencias a la serie, pues es mi favorita y me siento realmente identificado con el personaje de Barney, no ya tanto como el ligón que es él, sino por el trasfondo psicológico que le rodea, con ese gran déficit de cariño y esa necesidad de sentirse especial, lo que le lleva a ser tan poco sensible con las mujeres, de lo cual no estoy orgulloso).
En fin, mi llegada al instituto abrió muchas puertas, y una de ellas era la de la sexualidad y el relacionarse con gente del otro sexo de forma mucho más cercana. Todos los chicos, y esto es totalmente cierto, hemos pensado de pequeños que las chicas eran de lo peor, pero creo que esto cambia en cuanto empiezan a creceros las tetas. Es repugnante que sea eso el desencadenante del cambio de nuestra perspectiva, pero...parece que no distamos tanto de los monos.
Por tanto, un chico tirando a guapo, rubio, alto, surfero, que encima era muy inteligente...me había convertido en un imán sin comerlo ni beberlo. Y me lo creí. Y pasó con esto lo mismo que pasa con todas las cosas cuando te las crees: se te suben a la cabeza y no eres capaz de controlarlas. En mi caso, se me subió a una altura un par de metros por encima de donde se tiró Félix Baumgartner. Para que os hagáis una idea de cuánto se me subió, entre novias, rollos que he tenido y tías con las que me he liado o tirado un día y no supe más de ellas, sino paso de las 100, llego holgadamente a esa cifra. Lógicamente, no os voy a hablar de todas y cada una de ellas, sería imposible, ni yo mismo me acuerdo de todo lo que me pasó. Por Twitter ( https://twitter.com/EnamoradoDiario ) ya os he empezado a hablar de la Señora Gamba (esto es un tema que quiero aclarar: no me gustaría dar nombres ni nada por el estilo, así que me he inventado unos 50 motes que describan someramente cada persona de la que hable, o que representen algo que me recuerdan), pero os queda por conocer a gente como Lady Gaga, El Hada de Hielo, la Believer, Doña Pokémon, Margot y alguna más, entre ellas, Goldie, la persona con la que ahora comparto mis días. A parte, también os hablaré de mis padres, a los que ya os mencioné antes y a un montón de amigos míos, como Happyphant, Perezosa, the Special One y mucha más gente relevante en mis historias.
Pero todo esto lo iréis descubriendo en futuras entradas. siento haber subido esta entrada con cierto retraso respecto a lo prometido, pero Goldie me retuvo contra mi voluntad, y hay cosas a las que no se les puede decir que no. En cuanto pueda, os subo una entrada hablando de ella y otra de la Señora Gamba, de quien ya empecé a hablaros. (En relación a cómo contaroslo todo, tengo ciertos problemas, pues no sé si hablaros de Goldie e ir intercalando historias pasadas o directamente empezar desde el pasado hasta hoy, al más puro estilo Ted Mosby, creo que haré esto segundo...)
Ya sabéis gentecilla, comentad, difundir tanto el blog como mi twitter y, si me queréis sugerir algo, estoy abierto a todo.
Un beso a todos y, pase lo que pase, la cabeza alta, que es lo que les jode.

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